Primero llegó el cronut, después el wonut y el churrelado y hace poco conocimos los donnoli. La tendencia de los postres fusión no parece tener un fin cerca, y es que ahora en Estados Unidos está triunfando el cruffin, un híbrido entre muffin y croissant. Y sus creadores han dado un paso más sometiendo al dulce francés a otra fusión gastronómica, esta vez salada, el croissant de sushi.
Se suele hablar de las pastelerías de Nueva York, pero San Francisco es un gran destino para el viajero más hambriento. Cuando un nuevo local se pone de moda parece que no hay quien lo pare, y ahora es la pastelería Mr Holmes la que recibe colas interminables cada día de clientes que buscan hacerse con uno de sus ya famosos cruffins. Y si se llega tarde para su producto estrella, siempre se pueden probar otro de sus tentadores productos.
¿Qué es un cruffin? No tiene mucho misterio: consiste en combinar la base de un croissant con la forma típica del muffin. La masa de pastelería, con sus múltiples capas de mantequilla hojaldradas, se enrolla para encajar en un molde de muffin para conseguir su forma durante el horneado. Después se reboza en azúcar y se culmina con un relleno cremoso de diferentes sabores.
No es un dulce muy ligero, pero pensándolo bien tampoco es una idea muy descabellada. A diferencia del cronut, el cruffin se hornea en lugar de freírse, y si los autores dominan correctamente la masa del croissant el resultado puede ser delicioso. Las críticas apuntan a que los pasteleros saben lo que hacen, y describen el cruffin como un bocado ligero, crujiente por fuera pero esponjoso y suave por dentro, no demasiado dulce.
También está la opción de disfrutar de un croissant clásico en su forma original, pero para los más atrevidos hay una alternativa salada: el relleno de sushi. Se trata del bautizado como Croissant California, una combinación de culturas bastante curiosa. Cada pieza está cubierta por una mezcla de sésamo y algas, y en su interior esconde un relleno de alga nori, wasabi y salmón. Se sirve con salsa de soja y, eso sí, no lleva arroz.
La pastelería Mr Holmes se ha puesto de moda y cada día se agotan todos los cruffins que salen de sus hornos en apenas una hora. Los fines de semana los clientes incluso forman colas desde antes del amanecer, esperando llevarse uno de sus codiciados cruffins. ¿Moda o postureo? Probablemente. Eso sí, aunque dudo que estuviera dispuesta a esperar dos horas de cola, a mí no me importaría probar uno de esos cruffins.
Vía | Directo al paladar
Mucho inventan... pero que pintaza XD!
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